martes, 8 de enero de 2008

¿Qué tiene Dios que no tenga Papá Noel?

Cuando era chico, cada año, en la víspera de navidad, solía escribirle a Papá Noél -véase Niño Dios o Santa Claus- una carta donde escribía los regalos que quería recibir por haber aprobado sin dificultades el año escolar y mi buen comportamiento. Agradable era mi sorpresa cuando a la media noche de todos los 24 los recibía, aunque siempre los dejaban con mis padres. Un manto de dudas me cubrió poco a poco cuando comencé a escuchar rumores de mis compañeros de colegio sobre Papá Noél, rumores que negaban su existencia, pero no presté demasiada atención.

Algunos años más tarde, cuando ya estaba un poco más crecido, era más que obvio que Papá Noel no era real, como casi todo el mundo, dejé de creer en él.

Ahora lo que me pregunto es: ¿qué tiene Dios o Jesús, que no tenga Papá Noel o el Ratón Pérez? sin la intervención de mis padres, no habría tenido regalos en navidad, ellos sabían que Papá Noel era una historia más porque ellos la mantenían viva, pero para mí era real porque lo decían mis padres y además porque los regalos aparecían bajo el árbol, tal como debía ser, mi mente infantil no tenía espacio para el escepticismo.

He sido testigo de cómo esa falsa creencia es usada para controlar el mal comportamiento en los niños y cómo el "regalo prometido" se usa casi a manera de chantaje, de ahí que muchos padres crean que Papá Noel es necesario para mejorar el comportamiento y desempeño de sus niños y que aunque más adelante descubran la verdad -o la mentira-, ya estarán en edad de comportarse sin historias de hadas. Pero aquello es totalmente falso, la misma clase de chantaje puede usarse en un niño sin tener que nombrar a Papá Noel, o mejor aún, los mismos -o mejores- resultados pueden obtenerse sin necesidad de mentir o chantajear. Puede que no funcione en los animales domesticables, pero en nosotros sí.

Ahora pasemos a Dios, si nuestros padres profesan alguna religión, probablemente nosotros profesamos la misma porque desde pequeños nos han -explotado- dicho cómo son las cosas, nos han contado cuan bueno es nuestro Dios, los rituales que debemos seguir y las reglas que debemos cumplir para agradar y obtener su favor. Al igual que con Santa, no hay lugar para la duda, pensamos que si nuestros padres, nuestros modelos, creen con tanta seriedad en algo así es porque debe ser cierto, pero... ¿por qué al alcanzar cierta edad, seguimos pensando lo mismo?, ¿por qué las historias de Dios no dejan de ser ciertas para nosotros, aún cuando no hay evidencias físicas reales y contundentes que las demuestren?, ¿por qué incluso en algunas ocasiones a medida que se va creciendo, se fortalecen esas creencias? y finalmente, ¿qué tiene Dios que no tenga Papá Noel?

La respuesta es sencilla, a Dios y a Papá Noel o el Ratón Perez los diferencia la manera como trabajan.

Papá Noel sale a hacer el trabajo más importante de todo el año el día de navidad, viaja en su trineo volador y entrega regalos en las casas de millones de niños del planeta, casi a la vez -imagino que excluirá a los niños que se mueren de hambre en las calles porque no tienen chimenea-. Por otro lado, el Ratón Pérez sigilosamente se acerca a la cama de los niños y cambian los dientes de leche que se han caído por algún regalo, generalmente dinero, pero hay variaciones. ¿Dios que hace?, bueno primero que todo, el nos creó, nos vigila, escucha nuestros pensamientos, nos protege, nos condena, nos salva, nos castiga, nos trae bendiciones o desgracias, nos asegura un futuro mejor o una vida eterna en el cielo/infierno y hace pequeños favores personales -como regalarnos un trabajo o hacer que nuestro equipo favorito gane-, en resumen, hace cualquier cosa buena que esté sujeta a ambigüedades sobre su autor o de las que no tenemos evidencia. Ese es su punto fuerte, Papá Noel necesita aparecerse en la casa de todos los niños, entregar regalos y salir volando en su trineo para convencernos de que existe, Dios la tiene más fácil.

No cabe la menor duda de que sería bueno que Papá Noel o Dios existieran, que en realidad si alabáramos a Dios obtuviéramos -nuestro caramelo- vida eterna y paz en el cielo, pero no hay que caer en el error de confundir "desear que existe" con "existe" por más que deseemos que Noel o Dios sean reales, no lo son, y no ganamos nada más que falsas esperanzas con esperar que lo sean, además, más vale que Dios no exista, de lo contrario yo ardería en el infierno.

- Crimson

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay otra ventaja de Dios sobre Papá Noel: Si te replanteás la existencia de Dios, te podés ir al infierno (siempre segúnla creencia que te estás replanteando). Si te replanteás la creencia en Papá Noel, no pasa nada.

Saludos

Unknown dijo...

Dios es un mito es solo eso un monton de basura intelectual no es tangible es como super man un super hombre irreal producto de la imaginacion no hay ningun superman volando por los cielos es que no queremos despertar asi de simple