miércoles, 9 de enero de 2008

La famosa apuesta de Pascal

Continuamente cuando entablo una conversación con algún creyente, esta muchas veces -y como último recurso- acaba con una "apuesta" sobre la existencia de Dios y las probabilidades de beneficiarse de ella, una apuesta que más o menos dice así:

Hay dos posibilidades, que Dios exista o que Dios no exista:

Si Dios no existe, al morir no pasará nada, tanto el creyente como el ateo simplemente dejarán de existir.
Si Dios sí existe, el creyente irá al cielo, pero el ateo irá a infierno.

Por cuestión de probabilidad es mejor apostarle a Dios.

Para los ojos de un creyente, la apuesta de Pascal tiene toda la lógica del mundo y los anima a seguir creyendo en Dios, pues no tienen nada que perder y mucho que ganar, además la usan para acallar a los que dudan o se oponen a la existencia de Dios. En realidad, la apuesta de Pascal no es más que el uso indiscriminado de la falacia del tercero excluido o falso dilema, donde se plantea una situación en la que solo se toman en cuenta dos puntos de vista como únicas opciones, cuando en realidad existen múltiples alternativas que no se consideran -en beneficio del que plantea la situación-. En este caso, al decir que solo hay dos opciones: que Dios exista o no, se están dejando a un lado muchas otras como por ejemplo, que Dios exista, pero no el Dios cristiano sino uno malévolo o celoso, en ese caso, si consideramos la cantidad tan grande de dioses posibles, el creyente tendría una eternidad más incierta que el ateo.


Los cristianos le ladran al árbol equivocado
En respuesta a la apuesta de Pascal -más de 300 años después-, George Smith planteó una contra-apuesta, que recopila las refutaciones que se habían formulado y a las que yo añadiría y quitaría algunas cosas, dejando algo así:

  • Posibilidad 1. Dios no existe. En este caso, los ateos estarían en lo correcto, por lo tanto serían los creyentes lo que habrían perdido gran parte de sus vidas y de sus esfuerzos en agradar a un ser inexistente. -algo muy triste-
  • Posibilidad 2. Dios es un ser impersonal. Dios creó el Universo y luego lo dejó a su suerte, sin intervenir en él. En este caso, ni el ateo ni el creyente tienen razones para preocuparse, pues este Dios ni premia ni castiga. En dado caso, aún los perdedores continuarían siendo los creyentes, pues habrían perdido gran parte de su esfuerzo vital en adorar a un Dios que no les escucha ni les presta atención alguna. -ateos 2 - creyentes 0-
  • Posibilidad 3. Dios existe y es un ser moralmente elevado -como a veces lo describen-. En este caso, Dios no podría castigar a ningún ser humano que cometiera errores de conciencia honestos. Si la razón es la que hace llegar a la conclusión al hombre que Dios no existe, este no debería tomar represalias contra él, y una vez más los ateos no tendríamos nada que perder.
  • Posibilidad 4. El Dios de los cristianos es el correcto, con su actuación moral y éticamente reprobable, que castiga a todo aquel que se atreve a dudar de Él, aunque esta duda esté basada en la lógica y la razón. Así, la vida de cada persona no sería importante, sino la simple adhesión a la creencia de Dios sea esta por razones honestas o deshonestas -Dios se sorprendería si supiera cuantos dicen creer en el... pero deshonestamente-. Los cristianos irían al cielo y los ateos al infierno.
  • Posibilidad 5. El Dios verdadero es el de otra religión o culto, pudiendo o no ser vengativo e intolerante -como el Dios cristiano, solo que de otro bando-. En este caso la balanza estaría más a favor de los ateos, quienes no despertaron la ira del Dios girando sus ojos hacia otras deidades falsas.
Viéndolo desde ese punto de vista, apostar a Dios no sería la apuesta ganadora, sino mas bien una pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero. Agrego que si me hiciera falta alguna posibilidad la añadiría y finalmente, les pido a los cristianos y a los indecisos que antes de aceptar una idea como cierta -y aunque Dios lo prohiba-... duden.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen resumen. Yo agregaría que si Dios existe y aprecia la creencia sincera, nodejaría entrar al cielo a alguien que crea en él por conveniencia, como quien sostiene la apuesta de Pascal. Recuerdo haber visto chistes gráficos en internet donde llega Pascal al cielo y lo reciben unos ángeles con palos en la mano, diciendo: "Ya vas a ver lo que opinamos aquí de los listillos".

La quinta opción se conoce como "evitar el infiero equivocado".

¡Saludos!
Torbellino

Anónimo dijo...

Sobre el punto 4:
Si dios es así, que le den pol culo, prefiero pasar la eternidad en el infierno que con el.